Pablo en Corinto
Corinto era el primer puerto marÃtimo de Grecia. Una ciudad muy comercial y, por ende, un lugar de encuentro cultural y religioso. Pablo permanecerá allà mismo 18 meses, hasta fines del año 52. Léase en Hechos 18, 1-6, la primera aventura de Pablo en esta gran ciudad.
1° Interpretación: Pablo, misionero incansable dejó Atenas donde encontró poca respuesta a su discurso en el Areópago, y se dirigió a la gran ciudad de Corinto. AllÃ, halló una comunidad judÃa con quien entabló relación de amistad y confianza. Se ligó de amistad con un par de esposos judÃos, Aquila y Priscila, expulsados de Roma por un decreto del emperador Claudio. Ambos eran posiblemente cristianos, pues en Roma se habÃa predicado desde temprano la Buena Nueva del Reino gracias a los primeros discÃpulos que habÃan huido de Jerusalén. Además de ser judÃos, Aquila y Priscila eran de mismo oficio; se dedicaban a fabricar tiendas como Pablo. Todos los sábados, en la sinagoga, Pablo trataba de convencer a la comunidad judÃa de que Jesús era el MesÃas. Pero muy aferrados a su ley, los hermanos judÃos le respondÃan con insultos de modo que Pablo sacudió el polvo de sus vestidos, queriendo asà liberarse del yugo de la ley judÃa para dedicarse a los hermanos griegos más abiertos al mensaje cristiano. Una decisión transcendental que se volverá histórica. Sus compañeros en la misión, Silas y Timoteo, llegaron, a petición suya, de Macedonia para prestarle apoyo. Juntos decidieron consagrarse a la evangelización de los paganos de los cuales resultamos nosotros descendientes por herencia.
2° Meditación: Admiro a Pablo que sabe adaptarse a cualquier circunstancia. Allà donde se rechaza el mensaje, él busca otro escenario donde la gente está más atenta a sus palabras. Se rodea de personas de apoyo como la pareja judÃa de Priscila y Aquila y sus colaboradores Silas y Timoteo. En la misión o apostolado, no se actúa en franco tirador aisladamente, sino que el discÃpulo se escolta de hermanos. Y donde no hay respuesta al mensaje, sin desanimarse por la poca acogida, se busca otro escenario. Siempre el EspÃritu Santo abrirá caminos.
3° Oración: Tú eres bueno e indulgente, Señor, lleno de amor con los que te invocan. Señor, escucha mi plegaria, pon atención a la voz de mis súplicas. A ti clamo en el dÃa de mi angustia, y tú me responderás. Los paganos vendrán para adorarte y darán gloria a tu nombre. Porque eres grande y haces maravillas, tú solo eres Dios. Salmo 86, 5-10. En la oración, el misionero encuentra tu auxilio, Señor, y confiado, anda por los caminos del mundo.
4° Contemplación: Estoy entre los colaboradores de Pablo, y me animo al ver a Pablo hablando en la sinagoga. Los judÃos lo reciben con cariño, pero cuando ven que les revela al MesÃas Jesús de Nazareth que el consejo de los ancianos ha condenado a muerte de cruz, sospechan a Pablo de hereje y empiezan a discutir rechazando todo lo que dice. Entonces Pablo decide liberarse del yugo judÃo y decide, de modo solemne, dedicarse a la conversión de los griegos. Yo aprecio que, por esa decisión histórica de Pablo, mis antepasados abrazaron la fe cristiana. ADH 837