Vida Religiosa / Sofía Lobos / Vatican News
Religiosas de todo el mundo
rezan unidas para "escuchar el clamor" de las víctimas del
coronavirus
Una oración virtual para "escuchar el clamor de los que
sufren" y rezar por todos los pueblos que padecen las consecuencias
del Covid-19: es la iniciativa lanzada por la Unión Internacional de Superioras
Generales (UISG), las religiosas de América Latina (CLAR) y la Conferencia de
religiosas de Estados Unidos (LCWR).
Sofía Lobos, informa en el servicio noticioso del Vaticano los
pormenores de esta actividad realizada el día 23 de julio.
Oración virtual transmitida en varios idiomas
En su conversación con la Hermana Liliana Franco, religiosa
de la Compañía de María y actualmente presidenta de la CLAR en Colombia, recibió
los detalles sobre este evento online que se transmitió con traducción
simultánea en inglés, español, italiano y portugués; y que duró aproximadamente
hasta las 16:30 ya que contó con rezos, canciones y testimonios concretos de
personas que han vivido un compromiso significativo en este tiempo de pandemia,
ayudando de manera voluntaria y solidaria a los más necesitados
Rezando por los afectados por la pandemia
"Queremos unirnos para rezar por todos aquellos (y con todos
aquellos) que están siendo víctimas del Covid-19. Por quienes han sido
afectados en su salud y también por los afectados a causa de las brechas
sociales que han aumentado a partir de la pandemia", explica la Hermana
Liliana Franco.
Que esta crisis nos transforme existencialmente
"Nos unimos para invitarlos a orar. A orar por los que más sufren,
por las víctimas... esperando el fin de esta pandemia y deseando que todo este
proceso de crisis que hemos vivido nos transforme existencialmente, ayudándonos
a ser mejores seres humanos y a tener unas relaciones más armónicas y
comprometidas entre nosotros y con la tierra", añade la religiosa.
La entrevistada invitó a sumarse "a este espacio de encuentro y
oración en el que nos sentimos hermanos más allá de cualquier frontera que
pueda existir, y en el que todos experimentamos la necesidad de seguir orando y
trabajando por un mundo mejor, sin perder la esperanza de que un mundo nuevo
será posible".
Y, por supuesto, es el gesto solidario de la Vida Religiosa que nos
invita a permanecer en la oración confiada y en los gestos de solidaridad
concretos que podamos tener en nuestras realidades particulares.