Ecología Integral / Semana Laudato Si’
Todo está conectado: construyamos juntos un mundo mejor
«Todo esfuerzo por proteger y mejorar el
mundo supone cambios profundos en los ‘estilos de vida, en los modelos de
producción y de consumo, y en las estructuras establecidas de poder que rigen
nuestras sociedades’». (Laudato Si’ #5).
La semana Laudato si', iniciativa querida por el Papa Francisco y
patrocinada por el Vaticano fue celebrada del 18 al 23 de mayo, y concluyó el
día 24 con una Jornada Mundial de Oración.
Laudato
Si’ nos dice que “todo está conectado”. En este momento
extraordinario para toda la humanidad, católicos de todo el mundo nos hemos unido
para reflexionar, rezar y prepararnos juntos por un mundo mejor. La Semana
Laudato si' (Laudato si' Week) es parte de una campaña global con motivo del 5º
aniversario de la encíclica sobre el cuidado de la casa común. El tema elegido:
"todo está conectado". Los católicos fueron invitados a participar en
talleres y eventos interactivos en línea, mientras que el domingo 24 de mayo al
mediodía, hora local de cada país, tuvo lugar un momento mundial de oración.
¿Qué tipo de mundo queremos dejar?
"¿Qué tipo
de mundo queremos dejar a los que nos sucedan, a los niños que están
creciendo?" A partir de esta pregunta, el Papa renueva su urgente
llamamiento para “responder a la crisis ecológica", puesto que "el
clamor de la tierra y el clamor de los pobres no dan para más”. Cuidemos la
creación, don de nuestro buen Dios Creador.
El Dicasterio
Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral subraya que las
enseñanzas de la Encíclica son particularmente relevantes en el contexto actual
de la pandemia de coronavirus, que ha paralizado muchas partes del mundo. La
Laudato Si’ ofrece la visión de construir un
mundo más justo y sostenible.
"La pandemia
- subraya don Francesco Soddu, director de Caritas Italiana - ha golpeado en
todas partes y nos enseña cómo sólo con el compromiso de todos podemos
levantarnos y derrotar incluso el virus del egoísmo social con los anticuerpos
de la justicia, la caridad y la solidaridad. Ser constructores de un mundo más
justo y sostenible, de un desarrollo humano integral que no deje a nadie
atrás". "En particular - añade - esta pandemia puede ser una
oportunidad para arraigar el valor de la fraternidad en nuestro futuro".
Redefinir el mundo después
de la pandemia
Mientras conmemoramos la encíclica durante la Semana Laudato Si’,
nuestro mundo está siendo profundamente afectado por la pandemia de
coronavirus. La Semana Laudato Si’ nos ayudará a redefinir el mundo que surgirá
después de que la pandemia haya pasado. La crisis actual es una oportunidad
para empezar de nuevo, y para asegurarnos de que el mundo que surja después de
que esta crisis haya pasado sea sostenible y justo.
Laudato si’ nos recuerda, como dijimos, que “todo está conectado” y
trágicamente, esta catástrofe sanitaria tiene mucho en común con la catástrofe
ecológica: el Dicasterio Vaticano recuerda que ambas son emergencias mundiales
que afectarán a muchas personas, tanto directa como indirectamente, ambas son
sufridas más gravemente por los pobres y vulnerables, y ambas dejan al
descubierto las profundas injusticias de nuestras sociedades y ambas se
resolverán sólo a través de un esfuerzo conjunto que apele a nuestros mejores
valores comunitarios.
Cambios en los estilos de vida
Debemos reflexionar sobre nuestras prioridades y considerar si vivimos
por encima de nuestras necesidades, consumiendo más bienes de los oportunos.
Este estilo de vida ha desencadenado una crisis global y pone de manifiesto la
insostenibilidad económica y medioambiental de nuestro modelo de consumo.
La búsqueda incesante de lucro trastoca las posibilidades de alcanzar
modelos equitativos, pues acumular capital, material y riqueza empobrece la
llegada del Reino de Dios y de su Justicia. Es momento de hacer nuevas todas
las cosas, de generar espacios para la esperanza, desde cada persona, gesto y
acción, porque cada acto cuenta, por insignificante o pequeño que sea.
"La espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y
una capacidad de gozar con poco. Es un retorno a la simplicidad que nos permite
detenernos a valorar lo pequeño, agradecer las posibilidades que ofrece la vida
sin apegarnos a lo que tenemos ni entristecernos por lo que no poseemos. Esto
supone evitar la dinámica del dominio y de la mera acumulación de placeres" (LS, 222).
La encíclica Laudato Si' del papa Francisco, nos marca
el camino para redescubrir el valor de la sencillez y reflexionar acerca de
nuestros estilos de vida. La búsqueda de la sostenibilidad es una oportunidad
para volver a las fuentes. Necesitamos basarnos en otro modelo de desarrollo
para tener "la posibilidad de un futuro nuevo desarrollo" (Benedicto
XVI, Cart. enc. Cartias in veritate, 21).
Tenemos la oportunidad de reflexionar sobre nuestras elecciones
cotidianas, personales y colectivas, en relación con el consumo, la
sostenibilidad y la utilización de los recursos. Tiempo de reaprender y
redescubrir la grandeza de vivir la vida con sencillez y simplicidad. Además,
como nos recuerda el Evangelio, hay mayor felicidad en dar que en
recibir (Hch. 20, 35).
Las estructuras de poder
sin dejar de fijarnos en lo que nos interpela como personas responsables
de lo que acontece en nuestra tierra, vamos a cambiar el foco y vamos
constituirnos en voces que claman ante quienes detentan el poder de decisión en
la política y en la economía, que finalmente orientan, fijan y condicionan en
gran medida nuestro vivir.
A estas personas que ejercen el poder en los distintos niveles de la
política y de la economía, también en la ciencia y en la técnica, les pedimos
que regresen siempre, en su toma de decisiones, a su nivel y condición de
ciudadanía, que se despojen de la impersonalidad que supone mirar desde arriba,
no importa cuán arriba, para no perder de vista la perspectiva de lo común porque,
antes o después, en mayor o menor medida, se verán afectadas por sus
decisiones. ADH 846