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Melania Emeterio Rondón
Un 16 de julio: Fundación de la
Trinitaria
Una de las
fechas más significativa y motivadora para la Republica Dominicana, es la del
16 de julio, pues en ella se recuerda la Fundación de la Sociedad
Secreta La Trinitaria, proyecto ideado por el joven Juan Pablo Duarte
quien, imbuido del amor por la patria, la fundó en 1838. Desde esta
organización cuyas características fundacionales no son tan abundantes en las
historias de El Caribe y de América, se da el paso inicial para afrontar la
ocupación del territorio que estaba usurpado por los haitianos desde el
1822. La Trinitaria fue un movimiento de jóvenes
idealistas que vieron la urgencia del momento, y asumieron el compromiso que la
historia les aguardaba.
A la
formación de la Trinitaria le siguió, para iguales fines, la Sociedad la
Filantrópica, y la Sociedad Dramática. Mediante la presentación de obras
teatrales llevaban la conciencia de la necesidad de lograr la independencia y
libre determinación. Había un problema, un hecho concreto, ¿pero con que
herramienta abordarlo para llegar a la resolución del más grande de los
conflictos existente? Y esa fue la respuesta, una organización discreta o
secreta que encarnaba el cómo y el para qué. El 16 de julio debería ser no
laborable, y así destacar la grandeza de llevar el germen, las bases para la independencia
nacional.
Muchas
organizaciones de inspiración social, política, y de otras índoles se
crean bajo el entusiasmo de las expectativas y optimismo, pero luego la
desidia, el pesimismo, los obstáculos, la falta de fe en el ideal inicial,
acaban truncando todo, y hasta desaparece la organización. En el caso de
la Trinitaria, este grupo de jóvenes/ adultos, curándose en
salud se antepusieron a cualquier posibilidad de que un proyecto tan preciado
se malograra, o quedara varado en el tiempo, decidieron hacer un juramento: EL
JURAMENTO TRINITARIO, el cual incluía el lema de DIOS Patria y Libertad. El
juramento ponía de relieve la base de espiritualidad de donde se partía: la
invocación de la Divinidad. Y esto dice el Juramento:
“En nombre
de la Santísima, Augustísima e indivisible Trinidad de Dios
Omnipotente: juro Y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro
Presidente Señor Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vidas y bienes
habidos y por haber, a la separación definitiva del gobierno haitiano y a
implementar una Republica libre y soberana e independiente de toda potencia
extranjera, y que se denominara Republica Dominicana …”
El Juramento
incluía hasta las características que habría de tener la bandera nacional,
dejando constancia de sus ideales y propósitos. Toda esta plataforma conceptual
y de acción venía de una juventud lúcida, proactiva y comprometida con el ideal
supremo. La juventud dominicana de hoy haría bien inspirándose en estas fuentes
históricas auténticas, forjadas en la mente de Juan Pablo Duarte, y los
primeros trinitarios como: Pedro Alejandrino Pina, Jacinto de la Concha, Felipe
Alfau, Benito González, Juan Nepomuceno Ravelo, Juan Isidro Pérez, Féliz María
Ruiz, y José Maria Serra.
Duarte ideó
la independencia como un proyecto donde la juventud había de tener un papel
preponderante, y en ella confío el magno. y aunque muy joven, sus ideas eran
maduras, adultas y con un norte preciso. La fundación de la Trinitaria y otras
sociedades lo consagran como un hombre de concepciones, y de acción,
visualizando de este modo la viabilidad y aplicación del ideal. ¿Quién mejor
que Duarte y los trinitarios para inspirar a la juventud? Ellos encarnan el
símbolo de un liderazgo con propósito, transparente, limpio. Duarte es el líder
visionario, amante de la soberanía, el progreso y la libertad.
En la
fundación de la Trinitaria hubo visión política de la realidad, y un modo de
transformarla para acabar con la opresión haitiana. Así enseñaron el amor y la
defensa de lo propio, a tener fe en el porvenir y en los recursos con que se
cuenta, pues al igual que hoy, ayer no hubo solidaridad ni apoyo de ningún
país, ni cercano, ni lejano, era pues una lucha en solitario. Lo del 16 de
julio fue la estrategia política asertiva, encarnada en la grandeza de creer en
las posibilidades, aunque sean mínimas o remotas. Nadie como l0s trinitarios,
ha sembrado base de confianza en la mentalidad dominicana.
La
Trinitaria fue la idea motora que hizo posible, años después, el Grito de
Independencia, el 27 de Febrero del 1844, pero su deseo de permanecer era tal
que, hubo que librar más de 12 batallas con ellos. Sobran razones para que la
juventud, y la ciudadanía toda, emule la acción trinitaria, que beban de esa
fuente.
Un
compromiso relevante es el de empujar hacia la dirección de que la juventud se
adhiera a estos ideales salvadores, constructores de nuestra nacionalidad. Hoy
día existe, desde hace varios años el Ministerio de la Juventud, y este
debería, se lo sugiero, organizar una plataforma educativa que contemple el
estudio y análisis permanente del pensamiento duartiano y la fundación de la
Trinitaria. Eso es lo que más conviene en esta hora de grandes nubarrones que
se ciernen sobre la soberanía dominicana.